Cuando paseamos con nuestra cámara, buscando imágenes que valgan la pena, tenemos que estar muy centrados para capturar la esencia de la situación.
Todo es muy ruidoso para el inexperto. Poco a poco, a medida que nos convertimos en expertos, sabemos, simplemente, a qué prestar atención y qué cosas no la merecen.
Coincido plenamente con Diane Sawyer cuando afirma:
“Creo que la única lección que he aprendido es que no hay nada que sustituya a prestar atención”.
Centré la mirada en una pequeña zona de la imagen, con la ayuda de un diafragma muy abierto. De esta forma las hierbas que rodeaban la flor se transforman en una maraña que la envuelve y contrasta por su color (verde-magenta) y por su textura (suave-afilado). El desenfoque de la óptica elegida mezcla los bordes lejanos de la flor con los del prado, creando un halo que me resulta muy interesante.
La composición se basa en líneas diagonales, que dan un mayor dinamismo que las verticales. Para reforzarla incliné algunas hierbas para enfatizar el primer plano y aparté otras secas que adquirían demasiado protagonismo.
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Óptica Helios 44-2 a f/4 durante 1/60 s
Trípode Leofoto LS-323C y rótula Leofoto LH-40PCL