La clavelina de mar es una planta que vive siempre cerca del oleaje, colonizando ambientes muy salinos.
Es un sitio complicado para medrar y por eso es de las pocas flores que podemos ver entre los acantilados gallegos.
Sin embargo sus flores son tremendamente delicadas, pequeñas pero llenas de matices de preciosos tonos malvas y rosados.
Para la foto puse el temporizador de la cámara en diez segundos e hice un poco de sombra por delante y por detrás de este ejemplar para que destacara contra tonos más fríos y oscuros.
Creo que a algunas personas les pasa los mismo: les ha tocado vivir en un ambiente muy complicado. Poseen unas ásperas raíces para lograr aferrarse a la vida pero sus flores son tremendamente delicadas.
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Óptica Helios 44-2 a f/4 durante 1/160 s
Algo de clonado para eliminar algunas zonas quemadas
Trípode Leofoto LS-323C y rótula Leofoto LH-40PCL