Las nieblas son muy frecuentes en esta zona, especialmente en los días fríos.
Hace unos años prefería elegir días más despejados para salir a hacer fotos, pero cada vez me gusta más el efecto de profundidad atmosférica que se consigue en la imagen cuando va perdiendo definición con la distancia.
La perspectiva atmosférica ayuda a que el espectador tenga más información de las verdaderas dimensiones de la escena y a mantener la sensación de tridimensionalidad, especialmente cuando no incluimos un primer plano que destaque claramente.
El efecto, evidentemente es más apreciable en días con niebla o donde la calima hace acto de presencia.
En este caso recurrí a dos tomas para resolver el fuerte contraste y a algunos ajustes por zonas para equilibrar los tonos del fondo del río y de las laderas graníticas.
También se aplicó algo de enfoque selectivo al primer plano y al medio.
Objetivo 10-24 mm a f/5,6 durante 1/60 de segundo para las luces.
A Capela – A Coruña