El musgo es una planta que crece en áreas húmedas. Lo pasa mal cuando tenemos sequía. Se reseca, se resguarda en su pequeño mundo y se vuelve duro, reseco y arisco.
Cuando tiene lo que necesita cambia por completo se vuelve mullido y suave. En ese momento, consciente de la importancia del agua, comparte con todo el que lo toca su humedad.
Quizá algunos necesitemos algo más de agua, al menos de pasar más tiempo en el campo, lejos de la ciudad, de sus problemas y de su ritmo absurdo.
Sabemos que pasar tiempo en la naturaleza, especialmente en áreas verdes y con agua, tiene un efecto positivo en nuestra salud física y mental. La naturaleza tiene una capacidad única para reducir el estrés y mejorar el bienestar general.
El sonido del agua corriendo, el canto de los pájaros, el aroma de las flores y la vista de los árboles y la vegetación pueden ayudar a relajarnos y a conectarnos con un ritmo más natural y equilibrado.
El agua contiene la energía de la vida. Por eso es capaz de dejar expuestas las raíces que los árboles tanto esconden. Dan vida y a veces la arrastran.
Me gusta fotografiar el agua, escucharla, a veces sentirla mientras busco el mejor ángulo para llevarme la composición que más me agrada, mientras pruebo el tiempo de exposición que confiere la textura que pretendo reflejar.
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Jacques Y. Cousteau.
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24 mm a f/1 durante 1,3 s
Filtro polarizador y ND de 3 EV Kase
Procesada por zonas con Lightroom y Nik Collection
Trípode Leofoto LP-284C Poseidón y rótula Leofoto LH-40PCL
