Hacía ya una buena temporada que no pasaba por aquí. He andado bastante liado con los nuevos proyectos, intentando cumplir todos los plazos marcados.
Precisamente la foto que quiero compartir es una que tenía ganas de incluir en mi próximo libro. Pensaba ponerla para ilustrar el color verde.

Cuando pienso en nuestros bosques gallegos siempre me viene a la mente el verde que veo bajo la llovizna primaveral. Es este mágico verde que contiene la imagen, casi irreal, aunque cada vez es más difícil de encontrar en una Galicia que se reseca a pasos agigantados.

Sobre los musgos tenemos unos curiosos helechos que resistieron por estas tierras la última glaciación. Su nombre es Davallia canariensis, muy frecuente en la laurisilva canaria. En el parque tenemos varios helechos relictos más. Testigos vivientes de tiempos muy lejanos en los que Europa tenía una cubierta vegetal muy diferente a la actual.

Pero cuando se edita un proyecto hay que valorar muchas cosas, pensar en como combinan las imágenes en cada doble página, si se repiten temas, composiciones, estética… y aunque partía como favorita tuvo que ceder su espacio a otra que encajaba algo mejor.

A la hora de componer, tuve muy en cuenta las diagonales que forma la rama principal y la del marco, como indica el esquema. El punto de vista se eligió cuidadosamente para intentar que el resto de las ramas entorpeciesen lo mínimo posible la visión de las cascadas.

 

 

 

 

 

 

 

Óptica de 24 mm a f/8 durante 1,5 s. Polarizador sobre portafiltros #Lucroit.
Parque Natural das Fragas do Eume (A Coruña)