Me encanta trabajar con temporales. Es una gran oportunidad para ver como una de las mayores fuerzas de la Naturaleza demuestra su poder y nos recuerda lo pequeñitos que somos.
Ante todo conviene mucho mantener la tranquilidad y valorar en todo momento nuestra propia seguridad.Una foto no compensa un accidente jamás.
También hay que estar pendiente del equipo, la lluvia se cuela por todas partes y el salitre en suspensión obliga a una limpieza profunda al volver a casa.
Esta es una de las pocas imágenes que se salvó de la localización; en el resto el objetivo se empapaba antes de realizar arruinando la toma.
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15 mm a f/5,6 durante 1/3 s. Polarizador.
Punta Frouxeira – A Coruña