Hace algo más de un año fui con Anabel Vinas a conocer el Monasterio de Pedralbes (Barcelona). Mientras recogía la bolsa de la cámara en la consigna se acercó una señora muy afable que me preguntó si me gustaba la fotografía.
Estuvimos un buen rato hablando, su nombre es Sor Isaura, una de las monjas de clausura del convento y una apasionada por la fotografía.
Me enseñó su trabajo, en mi móvil, y pudimos comprobar que había un alma creativa y sensible manejando los mandos de una cámara, como ella la definió, “humilde”. Suele hacer muchos reflejos y retratos sin salir del convento. Para una creatividad grande ningún sitio es pequeño. Eso sí resalta en todo momento que sus reflejos son naturales, sin Photoshop.
Nos confesó que la técnica no era lo suyo, que no le gustaba mucho leer y que no se aclaraba mucho con los “programas” de la bridge. A pesar de ello fue capaz de analizar con una precisión profesional las imágenes de mi página e indicar las que, a su juicio, no tenían la calidad artística del resto.
Intercambiamos teléfonos y desde entonces nos comunicamos con frecuencia por Whatsapp.
Ahora mismo tiene una exposición en Barcelona, una exposición llena de ternura, de emotividad, de transcendencia y de simbolismo.
Una pena que no podamos verla, la distancia es grande. Pero animo a todos lo que viváis cerca a conocer su trabajo, y de paso charlar un rato con ella de lo que más le gusta: la fotografía.
Y si os gusta alguna de las fotos disponibles podéis adquirirla con la satisfacción de que la recaudación íntegra se destinará a un fin benéfico, los refugiados.
Y si también os queda a desmano, pasaros por su blog, lo encontrareis lleno de vida en: