Hace unos días nos cayeron unas gotitas al salir de clase. La gente comentaba con inmensa pena: “se nos va el verano”.

No deja de sorprenderme que con una sequía extrema en buena parte de Europa (la peor en 500 años) y en el norte de EEUU (la peor en 1500 años), en África, en China… no seamos capaces de ver más allá de la próxima semana, de nuestras “necesidades” de ir a la playa unos días más. Por si fuera poco también llueve demasiado en otras partes y ocasiona inundaciones tremendas.

Con este panorama, y el importante papel de los negocios basados en la combustión, soy pesimista con el mundo que les dejaremos a nuestros hijos si no nos hacemos conscientes de la importancia del agua.

No habrá camiones cisterna para todos. Ahorrando agua al lavar los dientes tampoco solucionaremos nada. No es algo anecdótico, es una clara tendencia que empeorará más y más.

Añoro los cielos dramáticos que te hacían pensar en que el mundo no era tu patio de recreo, que eras una pequeña pieza de un puzzle que no podías reconocer. Ahora priman los cielos azules, sin nubes.

Sin reconocer los problemas es imposible afrontarlos. Esta dependencia de unos pocos, que son los que toman las decisiones importantes, me recuerda una frase de uno de los economistas que estudié en la carrera, el señor Keynes:

“Si yo te debo una libra, tengo un problema; pero si te debo un millón, el problema es tuyo.”

La foto la he compuesto por tercios, casi siempre una solución sencilla a un problema es la mejor solución.
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Covas, A Coruña

300 m a f/7,1 durante 1/30 s (para dar algo de movimiento al agua)
Editada por zonas en Photoshop para controlar el contraste.
Trípode Leofoto LP-284C Poseidón y rótula Leofoto LH-40PCL
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