Hace ya algún tiempo que no publicaba algo de macro, o de aproximación y buscando en el disco duro ha aparecido una que me sigue gustando.

Encontramos esta pequeña ranita una fría mañana. La temperatura enlentece sus reflejos, lo que siempre es una suerte para alguien sin prisas como yo.

Quizá no tenía el peso suficiente para dormir plácidamente todo el invierno y buscaba rellenar su estómago.

Me encantan los ojos de esta especie, así que decidí resaltarlos con un diafragma bastante abierto y un flash.

Sus colores combinaban muy bien con los de la seta, una Amanita muscaria, a la que el otoño había arrancado sus característicos puntos blancos. Paradojas de la vida, su personal proceso de envejecimiento la hacían ideal para servir de fondo.

Para muchas personas es muy difícil entender que el concepto de bueno y malo se construye desde nuestros miedos y necesidades. Quizá el consejo del genial Alan Cohen sigue siendo un gran telón de fondo para la situación que atravesamos:

“Considera el dolor como una piedra en tu camino, no como una zona para acampar.”

No desenfoquemos nuestros esfuerzos, hay que seguir trabajando y encontrar un fondo que nos guste a todos.
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Macro de 105 mm a f/5,6 durante 1/60. Flash a través de difusor Lastolite de 75 cm y cartulina blanca para aclarar las sombras.