Creo que cada fotógrafo de Naturaleza tiene su estación preferida. Algunos esperan por las flores y el verdor de la primavera, otros por las fascinantes vías lácteas de verano, muchos elegirían los tonos ocres del otoño…
A mí también me gusta el invierno. Los árboles sin hojas, los musgos empapados de agua con un verde increíble bajo la lluvia fina de las borrascas que nos visitan.
La luz del invierno también es distinta, suave y delicada.
Por eso los días despejados que dejan atrás las lluvias procuro salir al campo y aprovechar esos diez minutos en que la luz se vuelve dorada en mis bosques preferidos. Así combino la enorme saturación que proporciona la lluvia a los tonos verdes con la preciosa luz cálida cercana al solsticio de invierno.
En esta ocasión la satisfacción de ver el río lleno de agua fue mayor después de un año de bajar apenas un hilillo.
¿Y a vosotros que estación os gusta más?
Río Belelle (A Coruña)
Óptica de 10-24 mm a f/11 durante 1 s. Filtro polarizador.