ay días en los que a uno no le apetece mucho hacer fotos, que prefiere volver a sentir la lluvia y el olor a mojado en los campos después de tanta sequía.
Ayer fue uno de ellos. A pesar de tener la mochila con el equipo en el coche, preferí dar un paseo tranquilo y volver a casa antes de que la ciclogénesis alcanzase su máxima intensidad.
En esta caso además teníamos un fenómeno metereológico con nombre: Ana, el nombre de mi compañera. Es una decisión que han tomado los grupos de estudio del clima francés, español y portugués para todas las ciclogénesis que afecten a los tres países y pueda poner en peligro vidas o propiedades. Parece que a la población le resulta más interesante personalizar a estos fenómenos y prestan más atención.
Por cierto, la próxima se llamará Bruno, como mi hermano, curiosa coincidencia. Después se nombrarán como Carmen, David, Emma, Feliz, Gisele, Hugo, Irene …
Os dejo una panorámica que hice con el móvil. Ha sido una grata experiencia volver a a casa mojado después de saturar los sentidos con este precioso verde y con olas de verdad.
Me gustaría saber que Galicia seguirá siendo durante mucho tiempo como siempre la he conocido … pero me temo que el clima futuro no será el mismo y que cada vez será más seco y extremo tal y como apuntan todas las predicciones.
Playa de Doniños, A Coruña.