Ayer dimos una vuelta para investigar un riachuelo no muy cercano a casa con la idea de volver con un tiempo más lluvioso. Pretendía, simplemente, pasear un poco, hacer algo de macro y escapar del calor.
La verdad es que no suelo fotografiar cuando aprieta el sol, pero los bosques primaverales a media tarde tamizan la luz de una forma que hace difícil mantenerse indiferente, arrojando unas sombras verdosas que se reflejan en el agua de una forma especial.
Así que bajé un poco por la empinada ladera del monte para intentar plasmar la llegada de la primavera.
Esta imagen está realizada a partir de dos tomas, pues el rango tonal de la escena era muy superior al que puede captar mi cámara. Por eso hice una toma para el bosque y otra para las zonas de la cascada donde impactaba la luz del sol, uniendo ambas a través de una máscara de luminosidad en Photoshop.
Vivimos en una etapa social en donde todo se etiqueta. Por eso para unos esto puede ser una fotografía y para otros no.
Sin duda yo estoy más cómodo dentro de lo que se denomina “Only RAW”, pero no estoy dispuesto a que una oportunidad se pierda porque los ingenieros de mi sensor todavía no han sido capaces de plasmar una toma de unos 18 EV. Además esto también lo hacía con la ampliadora… si de aquella era claramente una fotografía imagino que puedo seguir llamándole igual.
Creo que lo más importante en cualquier intento de manifestación artística es la idea y, mientras no se pretenda engañar a nadie, toda forma de expresión es válida.
Paderne (A Coruña)
Óptica de 16 mm a f/13 durante 1/13 ” y 2″ con polarizador.