Algunos días las posibilidades de que el cielo se ponga rojizo son muy bajas.
Pero si te arriesgas y vas a alguna localización que te guste, a veces se abre un pequeño hueco que permite que el sol ilumine las nubes y éstas se reflejan en el agua.
Estos son los días que más disfruto fotografiando.
Como la marea estaba muy baja, compuse con unas piedras que suelen estar cubiertas, evitando que una tapase a otra y que ninguna quedase cortada cerca del borde.
Revelada en Camera Raw y procesada con máscaras de luminosidad en Photoshop según el método del libro “El Arte del Revelado”.
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Playa de Ponzos, Ferrol.
80-200 a 83 mm con f/8 durante 30 segundos.
Filtro polarizador
