Una buena parte del trabajo de un fotógrafo consiste en imponer un poco de orden en el entorno de trabajo, de tal forma que los elementos que nos interesa destacar sean percibidos por el espectador de la forma que deseamos.
Sin embargo el orden no es algo habitual, ni tan siquiera entre los seres vivos. Siempre hay una rama que atrae más atención de la que le corresponde, una zona de color que contrasta demasiado con el sujeto principal, una parte desenfocada que no queda como queremos…
Siempre nos estamos peleando con el caos, buscando una posición para la cámara en la que parezca que todo está en su sitio. Para lograrlo ordenamos la escena con determinados recursos compositivos. Cuantos más conozcamos más sencillo será.
Creamos un trampantojo que deja fuera de la toma la mayor parte de la realidad y que tranquiliza al observador, que lo aleja de su propio caos. Creo que cuando hablamos de fotografía con “sentimientos” casi siempre buscamos escapar de los nuestros.
Sin embargo la propia felicidad del ser humano depende de estar bien con este caos existencial. Como bien decía Chuck Palahniuk (el autor de “El club de la lucha”):
“ , .”
Por eso hoy os traigo un poquito de caos, sobre el que impera esta pequeña y sufrida flor. Le ha tocado una parte árida del terreno, pero en ella tiene su casa, su vida…
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Playa de O Porto (Valdoviño)
Helios 58 a f/3,2 durante 1/640 s
Revelada en Lightroom y editada con Nik Color EFEX.
Trípode Leofoto LS-323C y rótula Leofoto LH-40PCL