Las dunas cambian, cada día, su forma, su tamaño, su posición, a veces los vientos las alejan tanto de su esencia anterior que no las reconocemos. Aún así, siguen siendo lo que son y continúan, sin inmutarse, jugando con el aire de la mañana que empuja cada grano de arena.
Algunos días el silencioso amanecer rosado tiñe por completo sus sombras, y sus luces, todo parece construido de la misma materia original. Son breves instantes que impregnan al atento visitante con alegría y esperanza en un mundo algo mejor.
Decía Walter Riso que “La suavidad y la flexibilidad están íntimamente relacionadas con la vida, mientras la dureza y la rigidez están asociadas a la muerte.“
A veces me planteo que algunas personas son más rígidas de lo aconsejable para seguir disfrutando de la vida. Nos hacía falta entender mejor a las dunas…
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Desierto de Erg Chebbi, Merzouga, Marruecos
Realizada con un 70 mm a f/6,4 durante 1/8 s.