Este invierno que hemos dejado atrás hace unos días, al menos en el calendario, ha sido bastante benevolente por las Rías Altas. Poca lluvia en general, con unos meses de enero y febrero casi primaverales.

De vez en cuando, eso sí, teníamos algún temporal. Son una maldición para muchos trabajadores, sin duda, pero proporcionan grandes ocasiones para el fotógrafo.

Tocó armarse de paciencia, de impermeable y de un paraguas que fue insuficiente para impedir que muchas gotas acabasen sobre el filtro del objetivo. Afortunadamente la herramienta de clonar de Photoshop nos ayuda mucho en estos “arreglitos”.

Esta es una estrecha cala donde en otra vida solíamos ir a escalar y a la que le tengo mucho cariño. La he visto crecer poco a a poco, a medida que pequeños desmoronamientos le iban dejando sitio al mar.

Es un sitio majo, pero un poco complicado de fotografiar por el tipo de piedra tan oscura que tiene y por la dirección que suele tener aquí las corrientes. En esta ocasión creo que ha habido algo de suerte con las olas y la niebla y que me he traído algo decente, ¿no te parece?
_______________________

O Porto – Valdoviño
24 mm a f/11 durante 3 s.
Filtro polarizador y ND de 4 EV.
Trípode Leofoto LS-323C y rótula Leofoto LH-40PCL