Después de unos días en que compartimos canícula con el resto de la Península hemos vuelto a ver las nubes y a poner algo más de ropa para salir al monte. Es un placer contar con lugares con tanto encanto relativamente cerca de casa. Estos bosques de galería,, cercanos a ríos bien conservados, son tremendamente fotogénicos tras días de suave llovizna.
Lo más complicado es encontrar composiciones equilibradas en este caos. En esta ocasión opté por un primer plano muy llamativo que se equilibra con el hueco que forman los árboles en la parte izquierda.
Creo que es una toma que fucionaría también bien en formato cuadrado, tanto la parte derecha como la izquierda, lo que suele indicar imágenes muy equilibradas.
El martes retornamos al calor y a ver si podemos acercarnos a la costa a hacer algunas fotos que tengo pendientes.
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16 mm a f/11 durante 2,3 s.
Polarizador Lucroit. Trípode Leofoto
