La mayoría de mis fotografías de paisaje tienen un fuerte trabajo previo de búsqueda de las mejores condiciones de luz y de previsión metereológica.

Pero a veces toca acompañar a los amigos que viene de visita por las Rías Altas a algún sitio que les interesa el día que tenemos disponible.

Este día, concretamente, me parecía horrible para esta localización. Estaba cerrado de nubes bajas, en bajamar, el sol se ponía muy al SO…

Pero al final los hados se confabularon y nos proporcionaron una hermosa banda de nubes que parece que rodea a este icónico islote. El degradado de azules y naranjas, el reflejo… también tienen su interés.

El punto de vista lo elegí para que la parte alta de la roca parezca una cabeza algo rara de una persona.

La toma la resolví con dos tomas separadas 2 pasos para mantener algo de textura en la parte más brillante del cielo y en la roca, la justa para evitar una silueta totalmente negra. Aprovechando que iba a montarla en Photoshop también incrementé el contraste en las zonas medias, aclaré y puse un poco azuladas las sombras con una máscara de luminosidad y saturé un poco los colores con otra de color.

Tengo la impresión de que la suerte está bien pero que ayuda más si te sorprende trabajando, ¿verdad?

Óptica de 35 mm a f/9,5 durante 1/4 s. Filtro polarizador.
Doniños – Ferrol (A Coruña)