Hace unos años que pasamos una semana de vacaciones en esta bonita ciudad. Por aquel entonces la dura crisis económica y social de 2008 todavía impregnaba de dolor las calles y los corazones de sus habitantes.
Es una ciudad para visitar con calma, con paciencia y disfrutar de sus rinconcitos, de sus iglesias, de sus plazas… intentando alejarse del bullicio de los turistas (y de los carteristas que me dejaron sin blanca).
Los turistas somos visitantes ocasionales que tomamos al asalto demasiados lugares sin reflexionar casi nunca sobre el impacto que producimos.
Imagino que aquella ciudad debe estar desconocida por esta nueva crisis sanitaria, como lo están las nuestras y tantas y tantas otras.
El camino para recuperar esa tan nombrada “normalidad” depende profundamente de nuestras decisiones y de nuestros actos, nadie va a suplir nuestra propia conciencia. Sabemos qué es lo que debemos hacer en beneficio de la comunidad, sólo resta hacerlo y tener paciencia.
“Somos los únicos responsables de lo que sucede en nuestras vidas. Podemos poner excusas y culpar a otros, pero somos responsables de nosotros mismos”.
Iyanla Vanzant
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Lisboa (Portugal)
24 mm a f/4 durante 1/8 s con ISO 400
Polarizador
Revelado en Camera Raw editada mediante máscaras de luminosidad siguiendo el método descrito en el libro “El Arte del Revelado”