El martes pasado impartí un pequeño taller sobre fotografía de paisaje a mis compañeros de la Asociación AEFONA, dentro del congreso internacional que realizamos anualmente.
El lunes madrugamos mucho para ir a Santiago y parar, al amanecer, en algunas cascadas cercanas. Queríamos comprobar que las posibles localizaciones estuvieran accesibles, que bajase una cantidad de agua razonable, que no hubiese mucho barro, que cupiese la gente, que tuviese múltiples variaciones de disparo… Vamos, que un grupo de unas 20 personas pudiesen disfrutar un rato de un sitio majo.
Creo que elegir bien la zona es de las partes más importantes en un curso, por eso le presto tanta atención.
Al llegar hacia frío, mucho… Estuve valorando las opciones de esta pequeña cascada y de su entorno para comprobar que la imaginación de cada fotógrafo tuviese un margen bien amplio para vagar y desarrollarse.
Como no suelo hacer fotos cuando hago un taller, me entretuve un buen rato buscando un punto de vista donde convergían varios elementos y se equilibraban algunas masas.
Considero que el punto de vista es un aspecto fundamental en la fotografía. No somos conscientes de lo mucho que influye en la emoción y el mensaje que se desea transmitir. Un ligero cambio en la posición de la cámara puede cambiar completamente la perspectiva de una imagen y darle una nueva interpretación.
Buscando y buscando, adelante, atrás, arriba… acabé en el rio, bien metido en el agua refrescante… Menos mal que a mi nuevo trípode no le sienta tan mal como a mí el agua fría… Pero la verdad, es que el sitio para sacar la foto que cree en mi imaginación era justo donde puse la cámara…
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Filtro polarizador con una exposición de 1,5 s
Ajustes por zonas
Trípode Leofoto LP-284C Poseidón y rótula Leofoto LH-40PCL
