Este otoño es otra vez un otoño raro, al menos en las zonas que he visitado. La sequía y el calor de estos meses pasados han dejado las hojas apenas tenidas de tonos ocres.

Las setas no son tan abundantes como antaño y los musgos están secos, hay que buscar mucho para encontrar algunas zonas orientadas hacia el Norte en que las nieblas mantienen la humedad del bosque.

Entre estas limitaciones y buscar algún ejemplar bonito y bien situado estoy recorriendo despacio con mucho cariño algunos de los lugares que más me gustan de mi querido bosque. Me gusta descubrir cosas nuevas en los recorridos que más realizo. ¡No hay mal que por bien no venga!

Cada vez me alejo más de las setas cuando las fotografío, procuro buscar elementos en el fondo que aporten un interés añadido y profundidad a la imagen. La nitidez cada vez me preocupa menos y empleo diafragmas de los que escapaba habitualmente.

Hace unos días estuve por los castañares de la Ribeira Sacra y aunque la sequía era muy evidente pude obtener alguna de mis queridas setas sobre tonos mucho más otoñales, ya subiré alguna en cuanto las procese.

Óptica macro de 105 mm a f/3,3 y 1/3 s.
Flash rebotado y polarizador.
Luz natural expuesta para mantener textura en las luces altas.
Parque Natural das Fragas do Eume (A Coruña – España)